Seguro que todos estáis al corriente de las nuevas noticias sobre la posibilidad de que el próximo curso, en algunas comunidades, los escolares puedan llevar alimentos de casa en un ‘tupper’ para comer en la escuela. Esto produciría un ahorro importante en las familias, que ya no tendrían que pagar el comedor escolar. Esta novedad nace de la demanda de las familias. Es una respuesta a la situación actual de crisis que está afectando a gran parte de la población provocando problemas económicos en muchos núcleos familiares. El coste de un menú diario en la escuela es de aproximadamente 6 euros por día y niño, esto en familias de dos hijos puede suponer aprox. 250 euros cada mes. Así pues, la situación en la que estamos obliga a las escuelas a adaptarse a la delicada economía de muchas familias, dejando así que los alumnos lleven la comida de casa, pero este cambio, esta «alternativa» al comedor escolar conlleva más cuestiones a parte de la económica. Los datos hablan por si solos, 1 de cada 4 niños tiene sobrepeso, el aumento de la comida «basura», los precocinados, de la bollería, etc. está en alza desbancando así el consumo de alimentos frescos, carne, pescado, verdura… Muy a menudo los niños sólo comen una pieza de fruta al día, la que tienen de postre en el comedor escolar, y está demostrado que para conseguir un aporte correcto de fibra es necesario el consumo mínimo de 3 piezas de fruta y 2 de verdura al día. Desde hace algunos años han surgido diferentes campañas en las escuelas para promover el consumo de fruta entre los más pequeños, muchas surgieron por los profesores, alertados al ver niños sin desayunar, desayunos basados en todo tipos de bollerías o alumnos que prácticamente no conocían la fruta. En vista de estos sucesos surge la cuestión: ¿si muchos de los desayunos de los más pequeños, una de las comidas más sencillas, ya es desequilibrado, como serán los «menús de Tupper» para el mediodía? Estos requieren un mínimo de tiempo, elaboración, planificación… 
A día de hoy muchos niños comen en el colegio, donde los menús están (o deberían estarlo) diseñados y revisados por gente experta en el campo de la nutrición (Dietistas-Nutricionistas) ¿Realmente los padres disponen de los conocimientos y el tiempo que implica elaborar menús equilibrados diariamente para sus hijos? Es verdad que la situación actual provoca estos y otros cambios y requiere la mayor efectividad posible, pero ¿porque no ir un poco más allá? ¿Como invertir en asegurar que la alimentación de los niños, el futuro de la población, sea la adecuada? Es muy sencillo, educación nutricional. Es muy importante que adultos y niños conozcan y se familiaricen con su alimentación, la necesidad de comer todo tipo de alimentos y cuales son los beneficios que estos aportaran a su cuerpo, a su salud, a su futuro… Ya sea en forma de cursos, charlas o talleres, los padres necesitan aprender a preparar platos apetecibles para «rellenar», de la forma más equilibrada posible, ese Tupper. También es importante conocer como cocinar platos de forma rápida y eficaz , frecuencia en la que se deben consumir los diferentes tipos de alimentos, o aprender a planificar menús, con una buena organización, para reducir considerablemente el gasto alimentario de la familia sin reducir la calidad de la alimentación. ¿Y en los más pequeños? Porque no augmentar la carga lectiva relacionada con la alimentación y la Nutrición? La alimentación es la base de todo, sin una buena Nutrición, disminuye la memoria, la fuerza, aumenta el mal humor, no se rinde en la escuela, en el trabajo… tener una alimentación correcta es básico si queremos alcanzar nuestros objetivos. En los tiempos que corren, invertir en formación es invertir en mucho más, es invertir en ahorro, en salud, y en futuro.
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